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PSICOLOGIA DE LA TERCERA EDAD

 




Yo no creo en la edad.

Todos los viejos
llevan en los ojos un niño,
y los niños a veces nos observan
como ancianos profundos...

Oda a la edad

Amado Nervo


Las personas mayores se enfrentan a problemas específicos de su edad.

Por una parte la pérdida de seres queridos, la soledad, la sensación de inutilidad, los problemas físicos, son fuentes de depresión y ansiedad.

Igualmente la pérdida de capacidad cognitiva, la sensación de torpeza (física y mental), son una fuente de angustia en nuestros mayores.

La Psicogeriatría se ocupa por una parte de promover hábitos saludables, incentivar la socialización y orientar a las personas mayores para conseguir un mejor ajuste personal y psicosocial.

Por otra parte, se presta una gran atención al diagnóstico de pérdidas cognitivas (que pueden ser de origen neurológico o fruto de estados depresivos) y se enseña a la familia a conseguir una mayor adaptación de sus mayores


PSICOGERIATRÍA






No es cierto que las personas mayores estén más tristes o sean más infelices. Es un mito que debemos desterrar.

Lo que es verdad es que las personas de la tercera edad han vivido más experiencias, buenas y malas, que les hacen ver la vida desde una perspectiva más sosegada.

No obstante, aparte de situaciones de duelo, muy frecuentes en edades avanzadas, y que suelen ser especialmente duras cuando un padre sobrevive a un hijo, la soledad, la falta de expectativas personales, el abandono o el aislamiento puede sumir a personas mayores en un estado de abatimiento.

No hay que olvidar que la tercera edad es una etapa en la que la persona tiene mucho que ofrecer, pequeñas ayudas a los miembros más jóvenes de sus familias, disfrutar de su compañía, hablar con vecinas o amigas, realizar pequeñas actividades de ocio...


Cuando la persona mayor cae en un estado de tristeza y falta de esperanza, o por el contrario se muestra especialmente irritable, sería conveniente una evaluación psicológica para determinar su estado anímico y poder darle pequeñas orientaciones para reestructurar su tiempo, y en algunos casos, para realizar la evaluación psicológica pertinente para averiguar si puede estar iniciándose algún tipo de proceso degenerativo.

PROBLEMAS EN LA TERCERA EDAD


En la tercera edad tienen lugar procesos involutivos y diversas alteraciones, además de los aspectos psicológicos, que pueden estar relacionados con factores ambientales y personales. De esta manera, el envejecimiento psicológico conlleva cambios en los procesos sensoriales y perceptivos y en capacidades cognitivas como la inteligencia, el aprendizaje y la memoria. Sin embargo hay que tener en cuenta que los trastornos psicológicos en los ancianos son el resultado de diversos factores, además del envejecimiento patológico, por lo que no se les puede juzgar como efecto del envejecimiento.

El proceso de envejecimiento comporta una secuencia de cambios a nivel biológico, psicológico y social, siguiendo un proceso simultáneo de ganancia o de pérdida.

Con todo ello, el envejecimiento representa especiales riesgos que tienen que ver con el declive de la salud física e importantes pérdidas personales: pérdida de seres queridos, de autonomía y de roles sociales. Desde esta perspectiva nos referimos a la presencia de trastornos depresivos en las personas de la tercera edad y a los cambios en sus valoraciones de eficacia personal. Igualmente es importante el valor que en esta etapa de la vida tiene para los ancianos una buena red de apoyo social, que ayudarían a prevenir o paliar la aparición de trastornos psicológicos como los trastornos del estado de ánimo.

DEPRESIÓN EN LA TERCERA EDAD

La tercera edad suele describirse como una época de descanso, reflexión y de oportunidades para hacer cosas que quedaron postergadas mientras uno criaba a los hijos y desarrollaba su carrera.

Lamentablemente, el proceso de envejecimiento no es siempre tan idílico. Acontecimientos de la tercera edad como, por ejemplo, los trastornos médicos crónicos y debilitantes, la pérdida de amigos y seres queridos, y la incapacidad para participar en actividades que antes disfrutaba, pueden resultar una carga muy pesada para el bienestar emocional de una persona que está envejeciendo.

DEMENCIA SENIL

Definimos la demencia senil como un síndrome mental que se caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto, juicio, funciones corticales superiores y modificaciones de la personalidad. 


Todas estas alteraciones son lo suficientemente graves como para interferir significativamente en las actividades de relación, laborales o sociales. 


Síntomas: Aparecen como rasgos asociados a la demencia: la ansiedad, síntomas obsesivos, aislamiento social, ideación paranoide o celotipia y vulnerabilidad incrementada al estrés.

La edad de comienzo de la demencia senil es después de los 65 años, aunque existe otra demencia de inicio presenil. 


El curso de esta enfermedad puede ser, progresivo, estático o reversible (hipotiroidismo, hematoma subdural, hidrocefalia normotensiva). 


Puede ser de inicio brusco y curso estable (enfermedad neurológica), de inicio insidioso y curso lentamente progresivo (enfermedad degenerativa) y de inicio y curso lentos (tumores, hematoma subdural, metabolopatias, etc.) 


El deterioro del estado general es variable:


- Leve, cuando conserva la capacidad de independencia, con un juicio relativamente intacto y una adecuada higiene personal,

- Moderado, cuando necesita algún grado de supervisión y 

- Grave, cuando necesita supervisión continua, con estado vegetativo. 


A lo largo de la evolución de la enfermedad aparecen una serie de complicaciones: auto y heteroagresividad, delirio, traumatismos, infecciones diversas, desorientación temporoespacial, etc. 

DEMENCIAS TIPO ALZHEIMER

De todas las Demencias Seniles destaca la demencia tipo Alzheimer como la más común. 

Especificidades

Tenemos que hacer un diagnóstico diferencial de la demencia senil, fundamentalmente con el envejecimiento normal, delirium, esquizofrenia, episodios de depresión mayor y otros trastornos con síntomas de deterioro cognoscitivo. 

Rasgos característicos de la enfermedad:

1. Pruebas evidentes de deterioro de la memoria a corto plazo (incapacidad para recordar el nombre de tres objetos al cabo de cinco minutos) y a largo plazo (incapacidad para recordar información que le era conocida en el pasado o conocidos por todos). 

2. Deterioro del pensamiento abstracto (dificultad para definir conceptos, semejanzas, significado de términos, etc.).

3. Deterioro de la capacidad de juicio (incapacidad de resolver problemas relacionados con la vida diaria, laboral, social, incapacidad de planificar, etc.)

4. Otros trastornos corticales superiores, como afasia, apraxia, agnosia y dificultades constructivas. 

5. Modificaciones en la personalidad (alteración o acentuación de rasgos premórbidos). 


6. Alteraciones de forma significativa en sus actividades laborales sociales y de relación. 


Clasificación de los síntomas: 


1.- Cognoscitivos o neurológicos: amnesia (95-100%), afasia expresiva y receptiva (60-80%), apraxia (75%), agnosia (35-70%), trastornos del aprendizaje, desorientación (75-90%), convulsiones, contracturas musculares, alteraciones de los reflejos, temblor, incoordinación motora. 

2.- Funcionales: dificultad para caminar, comer, asearse, vestirse, realizar las tareas del hogar y en general las de la vida diaria. 

3.- Conductuales: reacciones catastróficas, cuadros de furor, episodios maníaco-depresivos, violencia, apatía, vagabundeo, trastornos del sueño, lenguaje obsceno, alucinaciones, ideación delirante, robos, paranoia, trastornos del juicio, conductas paradójicas, trastornos sexuales, inadaptación social, trastornos de personalidad, acatisia. 

4.- Síntomas asociados: delirium, alteraciones sensoriales (auditivas, visuales, gustativas, olfativas), con otras patologias (cardiopatías, artritis, artrosis, diabetes, osteoporosis). 


Demencias primarias:

En este grupo están incluidas las enfermedades neurológicas degenerativas que producen demencia en sus manifestaciones clínicas. La demencia tipo Alzheimer, la demencia vascular y demencia debida a múltiples etiologías (vascular y Alzheimer). También otras entidades neurológicas degenerativas cursan con demencia (Parkinson, Pick, Corea de Huntington).


Demencias secundarias:

En este grupo están las enfermedades sistemáticas que cursan con demencia por alteraciones neurológicas (hipotiroidismo, deficiencia de folatos, etc.) y las neurológicas no degenerativas (hidrocefalia de tensión normal, meningitis crónica, tumores cerebrales, etc.)


COMPORTAMIENTO EN DIFERENTES FORMAS DE DETERIORO INTELECTUAL



DEMENCIA
DELIRIO
DEMENCIA REVERSIBLE
DAÑO CEREBRAL  FOCAL
VEJEZ NORMAL
1. SINTOMAS
A) Quejas sobre problemas de memoria
Detectado por otros. Paciente no consciente
El paciente a menudo niega tener problemas
Detectado por otros. Paciente no consciente
El paciente puede quejarse de problemas de memoria
El paciente puede quejarse de problemas de memoria
B) Tipos de problemas de memoria detectados
Interferencia importante con actividades de la vida diaria
Cambios selectivos y cambiantes. Principales actividades alteradas
Importantes interferencias con actividades cotidianas
Funciones espec. afectadas (pe espacial pero no HH verbales)
Leve incremento en el olvido (pe nombres)
C) Alucinaciones y delirios
Ideas paranoicas a veces presentes con problemas de memoria. Ilusiones en pocos casos
A veces vívidas alucinaciones e ilusiones elaboradas
No bien descrito
Ausente
Ausente
2. HISTORIAL
A) Síntomas
Alzheimer: insidioso. Multi-infarto a veces repentino
A veces, repentino
No bien descrito
Asociación repentina con traumatismo cerebral
Reacciones a cambios en la vida normal, sin  cambios específicos
B) Duración
Meses o años
Unos pocos días o semanas
No bien descrito
Fecha del incidente
C) Desarrollo
Alzheimer: insidioso. Multi-infarto: gradual, por etapas
Se vuelven más agudos en pocos días
No bien descrito
No progresivo
Cambios mínimos en grandes períodos de tiempo
D) Fluctuaciones
Alzheimer: insidioso. Multi-infarto: algunos cambios fluctuacionales, peores durante las noches
Pueden ser extremas, incluso de hora a hora
No bien descrito
Moderadas fluctuaciones situacionales

ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN ALZHEIMER

PROGRAMA DE ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN LOS DISTINTOS NIVELES DE DETERIORO


La atención: con tareas simples que ayuden a reforzar la activación mental (ejemplo: series numéricas concretas, nombres de los meses del año en sentido directo e inverso).


La orientación temporal, espacial y de la persona: con tareas básicas de situación en el momento temporal y espacial, biografía personal y de su entorno más inmediato (amigos, familia…), para mantener al enfermo en contacto con la realidad que le rodea, objetivos básicos de la Terapia de Orientación a la Realidad.


La memoria: potenciando la memoria inmediata con ejercicios de repetición de series, reforzando la memoria reciente con ejercicios cortos que faciliten la fijación y el recuerdo (“me llamo como su hija”), manteniendo el mayor tiempo posible la memoria remota (mediante la repetición continuada de los ejercicios).


El concepto numérico y el cálculo: tareas de cálculo mental, resolución de problemas aritméticos, operaciones aritméticas y juegos numéricos.


El razonamiento: con ejercicios que trabajen la capacidad de clasificar características de los objetos.


El lenguaje escrito: con tareas de redacción de un texto, escritura de una frase o palabras, al dictado y/o copia.


El dibujo libre o guiado (copia), optimizando las praxias constructivas.Enfermos con deterioro moderadamente grave o demencia moderada: GDS 5


En esta fase, la estimulación cognitiva persigue los aspectos básicos de la cognición: la atención, la orientación temporal y espacial más simple –día de la semana– y en la persona, la memoria, sobre todo la memoria remota, sin abandonar los aspectos cognitivos más instrumentales como el lenguaje, la percepción visual y las capacidades práxicas.

En esta fase se utilizan estímulos más simples que en la fase precedente. La lectura continúa siendo una de las capacidades residuales del enfermo en las cuales se apoya la psicoestimulación para facilitar las tareas. Asimismo, la realización de ejercicios a diario, de una manera repetitiva y rutinaria, constituyen una ayuda a la permanencia de una memoria reciente muy reducida.

Focalizaremos nuestro trabajo en los siguientes puntos:

Orientación temporal, espacial y de la persona: realizada a diario ayudará al enfermo a mantener una orientación continuada, mediante la Terapia de Orientación a la Realidad (TOR).


Memoria remota: mediante tareas de evocación, utilizando ayudas de clave semántica o fonética.


Escritura: utilizando las capacidades residuales preservadas del paciente. El inicio de la desestructuración de la escritura en este estadio hace necesario un planteamiento de ejercicios simples y fáciles, dictado o copia de frases, palabras o letras, y su repetición diaria.


El reconocimiento numérico y el cálculo: mediante tareas más sencillas, de cálculo y de reconocimiento de números.


La percepción visual y el reconocimiento de objetos cotidianos, como mantenimiento de un nivel de conexión con aquello que le rodea.


Razonamiento a partir de ejercicios de clasificación de palabras utilizando diferentes campos semánticos (instrumentos, utensilios de cocina, muebles).


Enfermos con deterioro grave o demencia moderadamente grave: GDS 6 



La estimulación cognitiva en este estadio se halla mucho más limitada y debe adaptarse al modelo involutivo correspondiente a la pérdida de las operaciones concretas, utilizando ejercicios de simulación con objetos reales y básicos de la vida diaria.

Focalizaremos nuestro trabajo en los siguientes puntos:



La pre-escritura: en esta etapa, la escritura no es posible, recurriendo en la mayoría de los casos, a tareas de pre-escritura y coordinación visual-motora.


El reconocimiento visual mediante ejercicios en los cuales los objetos son reales, o son fotografías con un contenido emocional elevado para el enfermo por pertenecer a su propia biografía.


El reconocimiento de las características físicas de los objetos: por ejemplo, el color mediante tareas de coloreado de figuras geométricas sencillas (círculo, cuadrado, triángulo…) u objetos muy simples (p. ej., un árbol, una casa, un vaso); también se realizará la estimulación sobre las formas simples de los objetos.


El reconocimiento espacial básico: mediante tareas de dentro, fuera.


La manipulación de los objetos reales de uso habitual por el enfermo resulta esencial para mantener el mayor tiempo posible una mínima independencia en tareas cotidianas (usar el tenedor o cuchara, uso del peine…). En este tipo de tareas la imitación es una primera fase de facilitación.

SEXUALIDAD EN LA TERCERA EDAD

A medida las personas se van haciendo mayores, el aspecto sexual se va convirtiendo, en muchos casos en un tema "espinoso". Existen cambios fisiológicos que requieren una readaptación de la persona a sus propias respuestas sexuales como algo natural, y por otra parte, es necesario desterrar las concepciones erróneas respecto a que a partir de "cierta edad" no puede disfrutarse del sexo.


Una buena adaptación personal incluye disfrutar de las relaciones sexuales, como factor beneficioso para la vida de la persona cuando se está haciendo mayor.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CAMBIO DEL COMPORTAMIENTO SEXUAL


PÉRDIDA DE LA PAREJA 


Esta es la causa que más provoca abstinencia sexual sobre todo en la mujer. La pérdida de la pareja significa muchas veces el cese de la actividad sexual, ya que los criterios tradicionales reprueban la búsqueda de nueva pareja en la tercera edad. 


DETERIORO DE LA RELACIÓN DE PAREJA


La monotonía en las relaciones sexuales y los problemas de comunicación, pueden hacer que las personas mayores rechacen continuar con una vida sexual activa por falta de gratificación, sustituyéndolo por otras fuentes de gratificación que consideran más adaptadas a su edad.


SALUD


Existen muchas enfermedades mentales y físicas que pueden influir negativamente en las relaciones sexuales, como la diabetes mellitus, o la artrosis (en la mujer) que pueden dificultar la realización del coito.


IDEAS SOBRE EL PROPIO ENVEJECIMIENTO


Desde el momento de la jubilación, se produce un cambio de rol social que puede tener repercusiones negativas sobre el individuo si lo considera como el fin de su etapa de madurez pasando al declive, pudiendo adoptar un rol de anciano que no tiene por qué correlacionar con su estado físico, psicológico y sus ganas de disfrutar de la vida y de una sana relación sexual. 


El envejecimiento no es una enfermedad: la persona que se cuida, realiza ejercicio físico, mantiene un peso adecuado y un buen nivel de actividad personal, puede tener una vida sexual sin inconvenientes de tipo funcional. 


Esta etapa, a partir de los 50 años, proporciona una mayor experiencia sexual, mayor entendimiento en la interacción de pareja, mayor ternura y sabiduría. La persona es consciente de sus propios límites y puede aprender a gozar de su sexualidad sin imponerse metas o hazañas más propias de etapas anteriores en su vida (y que muchas veces suponen un completo fracaso). Existe una mayor consideración de la pareja y una relevancia del poder del erotismo.


MITOS Y PREJUICIOS


Es muy común en la sociedad pensar que toda persona mayor de 60 años está incapacitada para sentir placer, deseo o interés sexual. Sin embargo, una persona mayor no está imposibilitada fisiológicamente para tener relaciones sexuales y puede resultar una fuente de beneficio emocional. 


Culturalmente la imagen de sexualidad en la tercera edad se considera antiestética, por tener arraigada la concepción de sexualidad unida a una estética joven y vigorosa, ahora bien, si nos paramos a pensar en este, casi cualquier persona, por no estar dentro de los cánones de belleza que nos venden como ideales, podría ser candidato a esta concepción absurda de lo que es estético o no en la práctica sexual.


Se afirma que en esta etapa la mera existencia de manifestaciones sexuales de cualquier tipo es sistemáticamente negada, rechazada o dificultada, por gran parte de la sociedad.


Tenemos un concepto de hacernos mayores como sinónimo de pérdidas, déficit, duelos, crisis y abandono de actividades placenteras. Esta concepción del ser humano en declive a partir de la jubilación no es vigente actualmente, ya que la calidad de vida de la que gozamos, hace que las personas puedan hacerse mayores con vitalidad, energía, ilusiones y muchas cosas que ofrecer y de las que disfrutar.


CAMBIOS EN LA SEXUALIDAD MASCULINA


Cambios en el comportamiento y en la respuesta sexual. 


Según van pasando los años, el hombre tarda más tiempo en lograr una erección. Un hombre joven puede necesitar un promedio de 15-30 segundos, y las personas de la tercera edad pueden tener una latencia de hasta 10 minutos. Más tiempo para lograr la erección, el hombre joven necesita como


Se produce una demora en el tiempo de eyacular, lo cual prolonga el coito.


A partir de los 50 años, la erección del hombre es menos firme por la pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos y la pérdida de potencia muscular.


En el hombre de 50 años disminuye la elevación de los testículos dentro del saco escrotal antes de la eyaculación por acción de los músculos crematerianos


Disminución del eyaculado en cuanto a su volumen y la fuerza con que es expulsado debido a una mejor potencia de los músculos eyaculadores y por lo tanto de sus contracciones durante el orgasmo.


El periodo de pérdida de la erección después de la eyaculación se produce con más rapidez, así como el tiempo necesario para lograr la próxima erección. (periodo refractario) se prolonga.


La erección pudiera disminuir, perderse o recuperarse en una o múltiples ocasiones durante el acto sexual prolongado y en ocasiones el pene no alcanza una completa ingurgitación hasta el momento antes de la eyaculación.


Las erecciones nocturnas, habituales en la fase mor del sueño, son menos frecuentes según avanza la edad.


En el hombre maduro predomina la excitación producida por tocamientos y caricias sobre las zonas erógenas del cuerpo y la estimulación directa de los genitales. El no lograr la erección satisfactoria o total hasta que la compañera le ocasione directamente los genitales constituyen una expresión de que en estos predominan los reflejos medulares y no una falta de potencia sexual.

El hombre de edad avanzada puede gozar perfectamente el coito sin llegar necesariamente al orgasmo.

Después de los 60 años se puede eyacular en uno dos de cada tres coitos y esto no ser causa de insatisfacción. 


Las necesidades de contacto sexual en hombres mayores de 60 años de edad puede limitarse a una o dos veces por semana y se suficiente para su bienestar


En los ancianos también puede perderse la llamada fase de inestabilidad eyaculatoria, esta fase procede en unos escaso segundos a la eyaculación y en ella el hombre se hace conciente de que va a eyacular y no la puede evitar o controlar, el anciano puede eyacular sin este aviso que es producto de contracción de musculatura de las vías seminales pero experimenta la segunda fase del orgasmo sin dificultad.


CAMBIOS EN LA SEXUALIDAD FEMENINA


Los labios menores y mayores pierden elasticidad y se encuentran atrofias progresivas de sus capa dérmica y epidérmica, lo mismo que el resto de la vulva.


La vagina con su depuración estrogénica a partir del climaterio, tiene menos capacidad para la fluidificación, lo que a su vez facilita infecciones locales, su mucosa se hace mas fina y seca, además pierde longitud, se hace más estrecha y menos elástica y reduce su capacidad de distensión.

El clítoris tiene mayor dificultad de erección.

Menos intenso el aumento de las mamas y se vuelven menos firmes y más planas. 

No se observa al principio del coito, los cambios tópicos de los labios mayores, como aplanamiento, separación y elevación y es menos la vaso dilatación de los labios menores.

Debilitamiento de la musculatura vaginal y de la zona perineal, que ocasiona una menor contracción de la vagina durante la fase de plataforma orgásmica.

Menos elevación uterina.

Las contracciones uterinas del orgasmo se hacen más débiles y en ocasiones dolorosas por ser más hepáticas que rítmicas. Sin embargo estos procesos no eliminan el orgasmo, ni suprimen la sensación de placer y por lo tanto el avance de los años no pone un limite preciso a la sexualidad femenina. Es necesario insistir en que estos cambios se dan en distintos grados y aparecen en tiempo claramente diferente dependiendo de numerosos factores. 

Disminución del Vello asilar y público. 


CONCLUSIONES


En la tercera edad se produce un cambio de la respuesta sexual, lo que no significa que no exista. Las personas mayores pueden y deben disfrutar de su sexualidad, y no negarse esta faceta de su vida por prejuicios sociales o morales.


Es importante adecuar las concepciones que tenemos sobre la sexualidad a la nueva realidad personal (al igual que se hace en otras facetas de la vida), pero sin renunciar a esta experiencia. Si las personas consiguen adecuar sus expectativas y saber encontrar el placer de una forma más sensual y menos mecánica, lograrán sin duda, gozar de una sexualidad plena que beneficiará su salud y su equilibrio psicológico y emocional.