En la tercera edad tienen lugar procesos involutivos y diversas alteraciones, además de los aspectos psicológicos, que pueden estar relacionados con factores ambientales y personales. De esta manera, el envejecimiento psicológico conlleva cambios en los procesos sensoriales y perceptivos y en capacidades cognitivas como la inteligencia, el aprendizaje y la memoria. Sin embargo hay que tener en cuenta que los trastornos psicológicos en los ancianos son el resultado de diversos factores, además del envejecimiento patológico, por lo que no se les puede juzgar como efecto del envejecimiento.
El proceso de envejecimiento comporta una secuencia de cambios a nivel biológico, psicológico y social, siguiendo un proceso simultáneo de ganancia o de pérdida.
Con todo ello, el envejecimiento representa especiales riesgos que tienen que ver con el declive de la salud física e importantes pérdidas personales: pérdida de seres queridos, de autonomía y de roles sociales. Desde esta perspectiva nos referimos a la presencia de trastornos depresivos en las personas de la tercera edad y a los cambios en sus valoraciones de eficacia personal. Igualmente es importante el valor que en esta etapa de la vida tiene para los ancianos una buena red de apoyo social, que ayudarían a prevenir o paliar la aparición de trastornos psicológicos como los trastornos del estado de ánimo.
Un comentario muy interesante para todas las personas mayores. Creo que sería interesante para muchos si pudiera incidir en las diferencias que existen entre las personas que viven en sus casas y las que lo hacen en residencias para mayores o de tercera edad, Gracias por un blog tan inspirador.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por su comentario. Sin duda, muy interesante el tema que me propone, del que tengo pensado escribir.
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